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“La ciudadanía incidente puede crear proyectos a gran escala con impacto ambiental y social en los espacios públicos”: directora del DADEP

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  • Espacio Abierto Iberoamérica, en su segunda versión, permitió recorrer, desde la comodidad de nuestras casas, a través de las redes sociales, espacios públicos emblemáticos de Ciudad de México, Buenos Aires y Bogotá. Esta experiencia demostró que los entornos, luego de la pandemia, están llamados a ser prioridad en las ciudades.
  • En este encuentro internacional aprendimos, además, que, en estas capitales, lograron, a través de estrategias de transformación del mobiliario urbano, que la ciudadanía volviera a las calles, sin temor al contagio, y que mediante fideicomisos y el compromiso de las comunidades, se logra la sostenibilidad de los entornos para el disfrute de estos en el tiempo.

Este 24 de septiembre, culminó Espacio Abierto Iberoamérica Bogotá 2021, una iniciativa de la Escuela de Espacio Público de la Defensoría del Espacio Público, que vio en la virtualidad a la que nos condujo la pandemia, una oportunidad para compartir experiencias sobre los parques, plazas, plazoletas, senderos, entre otros espacios, de Ciudad de México, Buenos Aires y Bogotá.

Durante septiembre, a través de las redes sociales, recorrimos una de las avenidas más emblemáticas de Buenos Aires, que poco a poco ha priorizado al peatón; un parque en Ciudad de México que antes era un tiradero de basura, ahora es visitado por más de dos millones de personas; además, valoramos más la ciclorruta más larga de Latinoamérica que está ubicada en Bogotá.

Durante el cierre de este encuentro internacional, conocimos experiencias sobre espacios públicos en estas capitales y aprendimos cómo en estos países se ha logrado la gestión, cuidado y sostenimiento de los entornos, teniendo en cuenta, especialmente, que todas las transformaciones también debían tener en cuenta el nuevo estilo de vida al que nos obligó la pandemia.

En Buenos Aires el espacio público jugó un papel importante en la pandemia. Permitió a los vecinos y vecinas volver a encontrarse en medio de medidas y adaptaciones físicas en los escenarios. En el marco de las restricciones, se priorizó la cercanía. Por eso, moverse caminando fue una oportunidad para potenciar estrategias que en Buenos Aires ya se venían implementando, logrando un modelo de ciudad a escala peatonal’’, manifestó Juan Pablo Vacas, subsecretario de Paisaje Urbano, Ministerio de Espacio Público e Higiene Urbana de Buenos Aires.

Así mismo, aprendimos cómo en Ciudad de México sus parques se mantienen a través de fideicomisos que, de la mano con el compromiso de la comunidad, han logrado que estos entornos se mantengan para el disfrute y goce de todos los ciudadanos.

“El gran reto del espacio público no es solo su diseño y construcción. Lo más importante siempre será su activación y uso, a través de actividades que le den vida”, indicó Luis Romahn, presidente y director general de la Asociación Nacional de Parques y Recreación de México.

Por su parte, Bogotá, anfitriona del evento, compartió en este encuentro de culturas, las actividades de recuperación y embellecimiento de parques, plazas, plazoletas y senderos de la ciudad, no solo con intervenciones físicas, sino también con acciones pedagógicas que invitan a la ciudadanía a tratar sus espacios públicos como una extensión de su hogar.

“La gente vive los espacios públicos de manera diferente, por eso es necesaria la pedagogía y la cultura ciudadana, donde actores sociales, sector privado y académico construyan escenarios vivos y democráticos. Tenemos un inventario de más de 72 mil predios que en Bogotá,  que necesitan de una defensa permanente. De nada nos sirven los espacios públicos quietos y solos. Queremos escenarios que la gente camine, viva y sienta, que los puedan disfrutar”, manifestó Alejandra Rodríguez, directora del DADEP. 

Además, Espacio Abierto Iberoamérica Bogotá permitió construir una red de ciudades iberoamericanas en torno a la gestión, cuidado y defensa del espacio público, que será útil no solo para apropiarnos más de nuestros entornos, sino para replicar esas acciones que pueden ayudarnos a seguir haciendo de estos #UnLugarComoElHogar.