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Personas en habitabilidad de calle aprendieron sobre el cuidado del espacio público de Bogotá

espacio público

La Defensoría del Espacio Público escuchó a ciudadanos en habitabilidad de calle sobre el espacio público que habitan.  Este encuentro, liderado por la Escuela de Espacio Público, se llevó a cabo en el Hogar de Paso día – noche Bakatá, ubicado en el centro de la ciudad, donde cerca de 70 personas de esta población, además aprendieron cómo pueden contribuir en el cuidado y protección de esos sitios que consideran como sus lugares seguros.

Baños públicos, más lugares en donde disponer mejor los residuos y mejoramiento del mobiliario urbano son algunas de las consideraciones de la población con respecto a cómo deben ser los espacios públicos de Bogotá desde su perspectiva de ciudadanos que lo habitan.

Más de 9 mil personas en condición de habitabilidad de calle han sido identificadas en Bogotá, de acuerdo con el más reciente censo realizado por el DANE, el cual refleja que son Santa Fe, Los Mártires y Kennedy las localidades donde se registra el mayor número de esta población. Hombres y mujeres que, por diferentes circunstancias, han convertido el espacio público en su lugar habitual y quienes, por primera vez, fueron escuchados para mejorar la protección de los entornos de la ciudad.

La Defensoría del Espacio Público, a través de su Escuela, se dio a la tarea de sentarse con un grupo de más de 70 habitantes en condición de calle en el Hogar de Paso día – noche Bakatá y conocer, de acuerdo a sus vivencias en los parques, andenes, alamedas y senderos, cómo se podrían mejorar los entornos de la ciudad para el uso goce y disfrute de todos.

Instalación de baños públicos, más sitios en donde disponer los residuos y mejoramiento del mobiliario urbano, son algunas de las necesidades que esta población manifestó que se debe tener en cuenta. Así mismo, que el cuidado y la protección de estos debe ser una iniciativa de cada uno de los ciudadanos que los habita.

Me parece que debemos tener cambios en nosotros mismos para lograr los espacios públicos que queremos. Por ejemplo, si tenemos una necesidad fisiológica, buscar una parte en donde no incomode a la gente o no tirar basuras en los espacios públicos, no maltratar los árboles y dejar los espacios para que todos podamos transitar”, indicó Mario Jaramillo, uno de los participantes de la actividad.

Durante el encuentro también se realizó un taller de apropiación de los espacios públicos, que le explicó a los ciudadanos en condición de calle cómo pueden contribuir en el cuidado de los parques, senderos, andenes y alamedas, especialmente para uso de personas en condición de discapacidad, que al igual que esta población vive los espacios de una manera diferente a lo que consideramos cotidiano.

“Esta actividad nos mostró no solo el cuidado de los espacios públicos, sino también de la condición del ser humano, en especial sobre las dificultades de las personas que carecen de la vista. Cuando nos taparon los ojos pudimos entender la situación que ellos viven cuando están en la calle y ponernos en los zapatos del otro nos vuelve más humanos. Así entendimos la importancia de la buena ocupación de los andenes, respetar que todos podamos caminar por allí. Esto que aprendimos será nuestra fortaleza en la calle”, manifestó Jorge Gómez, uno de los asistentes al taller.

La importancia de estos procesos pedagógicos con personas en habitabilidad de calle radica en que la ciudadanía debe comprender que los parques, senderos, alamedas, andenes entre otros espacios son lugares para todas y todos los que vivimos en la ciudad y por ello se debe tener en cuenta la presencia de esta población en los entornos y verlos como actores que también aportan al cuidado y protección de los mismos.

“Pudimos abordar a los habitantes en condición de calle, tratar de entender la realidad que ellos viven en el espacio público, cómo los usan, pero también las necesidades y dificultades que tienen. Fue valioso percibir que ellos han sido una población muy marginada en los entornos, donde han sido segregados y reciben improperios por parte de la ciudadanía, cuando no debe ser así. Es por eso que, desde el Distrito, se debe tener en cuenta el uso que esta población tiene de los espacios, debemos involucrarlos más”, concluyó Robert Castillo líder de la Escuela de Espacio Público.

Este primer acercamiento permitió comprender el espacio público de manera distinta, valorar todas las voces de los actores que inciden en los entornos de la ciudad y entender que a través de actividades en donde el aprendizaje sobre el activo más valioso de la ciudad y el respeto por el otro, son la guía, podemos seguir haciendo de los parques, senderos, alamedas de Bogotá #UnLugarComoElHogar.

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